Introducción
1. Los momentos actuales en el ámbito mundial y regional nos presentan signos evidentes de que estamos situados en un contexto socioeconómico y cultural, controversial y desafiante para las personas, las instituciones y la sociedad en general. No en balde el arte de construir en tiempos difíciles es una tarea que concita hoy la atención de múltiples organizaciones, grupos y personas.
2. Si la construcción con sentido nos interpela es también porque, a la vez, nos motiva a buscar dispositivos transformadores de los contextos personales y sociales. Nos mueve a crear sinergias productivas con otras organizaciones y personas, para impulsar proyectos y acciones que afecten, estructuralmente, la organización social y, de manera especial, la calidad de vida y de educación que demandan las/os ciudadanas/os. Desde luego, en dichos menesteres nos encontramos con posibilidades y límites, los cuales indicamos sucintamente.
3. Las posibilidades del arte de construir hoy, nos permiten experimentar el lado transformador del riesgo, la fuerza movilizadora de una opción consciente orientada a la instauración de la justicia y la equidad en la cotidianidad. Nos ofrecen la oportunidad de pensar e inventar solidariamente, nuevas lógicas en el ámbito político – económico, socioeducativo y cultural.
4. Muchos de los límites que encontramos en el contexto se expresan en la cultura del miedo a lo diferente, a lo nuevo; en la asunción de un compromiso débil acompañado de respuestas duales y parcializadas; en una visión presente–futuro difusa y poco esperanzadora. Límites que se ven fortalecidos por mecanismos sutiles y perversos del nuevo orden mundial que nos afecta y que son agudizados por los condicionamientos propios de los sujetos y de los procesos sociales.
5. Construir en América Latina hoy, en tiempos difíciles, implica una nueva comprensión de los procesos sociales, de las culturas institucionales y personales, de los conflictos y avances de nuestra Región. Es una empresa gratificante y compleja al mismo tiempo. Una tarea posible e impostergable orientada a la búsqueda de explicaciones y prácticas nuevas que se relacionan con sociedades e instituciones en intensos procesos de cambio. Dejémonos permear por la energía transformadora del riesgo para generar nueva vida en el presente y en el futuro que nos toca construir.
6. ¿Qué nos aportan estos tiempos difíciles para el diseño de pedagogías que apunten a vidas y contextos plurales, posibles y vivibles? ¿Qué nos sugieren estos nuevos tiempos para superar el desgaste de la esperanza y la confianza básica en los sistemas sociales y políticos? ¿Qué nueva ilusión nos aportan para reempezar haciendo a favor de una educación humana y justa para todas y todos? ¿Qué expresión del arte de construir, nos sugieren estos tiempos difíciles para descubrir el placer y la libertad de imaginar la sociedad y la educación hoy? Son algunas preguntas pertinentes que podemos hacernos.
7. Estamos llamados/as a ofrecer a la sociedad discursos y prácticas pedagógicas y políticas que propongan horizontes de transformación que impacten cualitativamente mentalidades, contextos, estructuras, procesos y resultados. Propuestas participativas, abiertas y flexibles que fortalezcan el carácter emancipador de la pedagogía de Pedro Poveda y aporten significativamente a la formación de educadores constructores de una nueva ciudadanía.
8. Pedro Poveda, un educador comprometido en tiempos difíciles nos anuncia con renovada fuerza: “las colectividades, como los individuos tienen su momento, su época crítica en la Historia y esta suele ser decisiva para la futura suerte de la colectividad misma y hasta de la nación a que pertenece. ¿Será la época presente, la decisiva para la meritísima clase del magisterio de primera enseñanza? Yo creo que sí” (Pedro Poveda). Nos toca tomar posición ante la interpelación de nuestro tiempo difícil que nos formula nuevas preguntas y nos invita a proponer respuestas con imaginación y audacia.